La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser un concepto del futuro para convertirse en una herramienta clave en la transformación del sector salud, especialmente en geriatría. Si bien ya hemos explorado La Importancia de la Inteligencia Artificial en la Geriatría, hay otro aspecto crítico de la IA que merece nuestra atención: cómo la IA puede ayudar a humanizar aún más la atención geriátrica, ofreciendo un cuidado personalizado y mejorando la calidad de vida de los pacientes.
La IA como asistente para el cuidado personalizado
Una de las principales preocupaciones en las residencias geriátricas es cómo ofrecer un cuidado personalizado a cada residente, dado que muchos de ellos sufren enfermedades crónicas, problemas cognitivos o limitaciones físicas. Aquí es donde la IA entra en juego, ayudando al personal sanitario a recopilar y analizar información detallada sobre el estado de salud y los hábitos de cada paciente.
Por ejemplo, mediante el uso de dispositivos que monitorizan el ritmo cardíaco, los patrones de sueño o la actividad física, los sistemas de IA pueden identificar patrones de comportamiento y alertar al personal sobre posibles problemas de salud antes de que se agraven. Esto no solo permite una intervención temprana, sino que también ayuda a los médicos a ajustar los tratamientos de manera más precisa. De esta forma, el equipo sanitario puede centrarse en el trato personal y la comunicación directa con los residentes, sabiendo que cuentan con el respaldo de un sistema que monitorea continuamente la evolución de su estado de salud.
Sin embargo, el uso de la IA, como se describe anteriormente, no solo requiere tecnología especializada y adaptada, sino también formación y conocimientos adecuados para su implementación efectiva.
IA para mejorar la comunicación y el bienestar emocional
En muchas ocasiones, los residentes pueden sentirse solos o desconectados, lo que afecta negativamente su salud mental. Con asistentes virtuales, el personal sanitario puede programar interacciones que estén alineadas con los intereses y necesidades emocionales de los residentes.
Por ejemplo, imaginemos que un residente tiene dificultades para recordar ciertos eventos importantes de su vida o detalles sobre su familia debido a problemas de memoria. El personal puede introducir estos datos en un sistema como ChatGPT, que luego genera recomendaciones de conversación adaptadas a su historial personal. Esto podría incluir recordatorios sobre fechas importantes, sugerencias para hablar sobre temas que le interesen o simplemente proporcionar temas de conversación que le ayuden a sentirse más conectado. Esta tecnología permite que las interacciones diarias no solo sean más fluidas, sino que también se adapten emocionalmente a cada persona, generando un ambiente de cuidado más afectivo y cercano.
Formación en el uso de la IA para el personal sanitario
Para que todas estas tecnologías puedan ser aplicadas de manera efectiva, es crucial que el personal sanitario en residencias geriátricas esté capacitado en el uso de inteligencia artificial. Con el conocimiento adecuado, el personal puede usar la IA para adaptar el cuidado a las necesidades específicas de cada residente para mejorar su bienestar emocional. La IA no sustituye el trato humano, sino que lo complementa, ayudando al personal a comprender mejor las necesidades emocionales de los residentes y permitiendo que las interacciones sean más significativas.
En definitiva, la formación en inteligencia artificial no solo mejora la calidad de la atención, sino que también empodera al personal sanitario para utilizar las tecnologías más avanzadas en beneficio de sus residentes, humanizando aún más el proceso de cuidado. Consulta nuestros cursos sobre inteligencia artificial en colaboración con nuestro Partner 4Doctors, Programa Avanzado de Inteligencia Artificial en Salud e Inteligencia Artificial Generativa para Profesionales de la Salud, y mantente a la vanguardia en la aplicación de estas tecnologías en el sector sanitario.
