Para los cuidadores de personas mayores, el verano representa un periodo de desafíos. Las vacaciones de sus familiares, las temperaturas, la falta de actividades comunitarias… generan una realidad de mayor dificultad para el cuidado de los mayores dependientes. Las condiciones de salud como la diabetes, problemas cardíacos o respiratorios, pueden agravarse durante los períodos de calor extremo, requiriendo cuidados intensivos y una vigilancia médica constante. Por ello, cuidar a una persona dependiente en verano se una tarea que se complica aún más.

Conlleva riesgos graves, como la deshidratación, que es común debido a una disminución en la sensación de sed y la falta de ingesta adecuada de líquidos. Pueden darse “golpes de calor” que provocan mareos, confusión e incluso complicaciones más severas como convulsiones o pérdida de conciencia, haciendo crucial una intervención médica inmediata.

En el cuidado a domicilio en verano, los cuidadores enfrentan múltiples desafíos:

Proponemos

Priorizar la organización de actividades recreativas y sociales que promuevan el bienestar emocional y mental, ayudándoles a mantener una conexión significativa con su entorno y comunidad.

Alimentación refrescante y nutritiva basada en frutas y verduras, bebidas frescas enriquecidas con sabores naturales como las frutas y las hierbas aromáticas.

Potenciar el cambio de hábitos de sueño y pasear a primera hora de la mañana.

Y para el cuidador: dedicar tiempo de calidad de descansar y realizar tareas que palíen la sensación de fatiga emocional que produce el nivel de tensión que provoca esta situación.

Cuidar es un trabajo que requiere algo más que buena voluntad. Es necesario formarse en técnicas asistenciales y adquirir competencias psicoemocionales para el manejo adecuado de la situación.

2 respuestas

  1. Hablar de los CLD en cualquier estación del años es un desafío, pero también una oportunidad para poner en evidencia el fracaso público y privado de los sistemas de salud, pero también de la formación de los profesionales del sector, donde la familia y los pacientes, con independencia de la edad que tengan y de sus comorbilidades asociadas, tienen algo en común: la escasa alfabetización en salud, enfermedad, fragilidad, discapacidad y dependencia, no solo asociado al envejecimiento, Dino también a las enfermedades evitables y no evitables en tiempos de vejez sin fronteras.
    Hablar de los cuidados de larga duración (CLD), conlleva que todos pueden cuidar y que cualquiera en algún momento va a ser cuidado y también puede ser un cuidador de corta o larga duración.
    Visto así el eje de mi trabajo, ya sea como investigador o cómo cuidador profesional, consideró que el gran “agujero negro” de los CLD es el desconocimiento de esta potencial y real realidad: cuidar y ser cuidado. Como resultado de la escasa formación básica en cuidados, ya sea de corta o larga duración sino se está capacitado los resultados también serán inciertos en función del tiempo del cuidado, del tipo de enfermedad y el tipo de sujeto objeto del cuidado. Otro aspecto importante que debo mencionar es el tipo de familia, que yo las divido en familia útil o inútil.
    Y donde los sistemas de salud (P+P) comente el mismo error a lo largo de cualquier contingencia de salud o enfermedad. Siempre sus respuestas don reactiva y no pro-activas y menos con una plataforma de respuestas frente a estas contingencias esperadas o inesperadas. En este escenario el primer agente de salud es la familia útil no la inútil y donde la familia actúa también de forma reactiva y din formación básica que les permita responder de forma ágil y segura. Donde el apoyo del sistema P o P esta ausente.
    Así la época estacional del verano asociado al cambio climático requiere acciones e intervenciones proactivas de todos los agentes sociales, para responder de forma ágil y coordinada frente a estas contingencias. En este escenario no existe un sistema de alerta y de intervención rápida de apoyo o seguimiento y aquí está el desafío y la oportunidad de hacer más con menos y esto es puro talento basado en el conocimiento, la experiencia, la formación, para la respuesta a situaciones simples o complejas, dentro y fuera del escenario de la salud y la enfermedad en tiempos de pobreza y vejez sin fronteras.

    Perú Ageing 4.0 #hacienfomásconmenos.

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