La nueva Ley de FP ha entrado en vigor para el curso 2023/24 con una serie de cambios significativos. Según el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP), esta nueva normativa tiene como objetivo potenciar la calidad y relevancia de la formación técnica y profesional.
A continuación, detallamos los principales cambios y los cinco niveles diferenciados de FP que recoge la Ley de Formación Profesional, aprobada el 23 de marzo de 2022.
Principales cambios tras la nueva Ley de FP
La reciente promulgación de la nueva Ley de Formación Profesional marca un punto de inflexión en el sistema educativo español, introduciendo cambios sustanciales en la preparación de los estudiantes para el mercado laboral actual.
A continuación, detallamos los cinco principales ajustes que redefine la nueva legislación de Formación Profesional:
- Inclusión de cursos intensivos de 50 horas: la nueva Ley de FP incorpora una modalidad de cursos, diseñados para proporcionar habilidades específicas y actualizadas en áreas de alta demanda en el mercado laboral.
- Mayor flexibilidad y adaptabilidad: la nueva normativa permite a los estudiantes elegir itinerarios formativos que se ajusten mejor a sus intereses y metas profesionales. De esta forma, es más fácil la combinación de distintas especialidades y la obtención de certificaciones parciales.
- Fomento de la formación en competencias digitales: la nueva normativa promueve la inclusión de módulos específicos de formación en tecnologías de la información y la comunicación en todos los niveles de FP.
- Impulso a la formación dual y la colaboración empresa-educación: otro punto importante es el establecimiento de incentivos para las empresas que participen activamente en la formación de los estudiantes. Así, se fomenta la realización de prácticas en entornos laborales reales.
- Reconocimiento de la experiencia laboral previa: esto permite la convalidación de ciertos módulos formativos, facilitando la reinserción y la actualización de conocimientos.
Grados de la nueva FP: A, B, C, D y E
La nueva Ley de FP establece cinco grados de formación profesional con el propósito de atender a la diversidad de necesidades y metas de los estudiantes y trabajadores en el mercado actual. Concretamente, estos grados ofrecen un itinerario formativo ascendente y permiten la acreditación, acumulación y capitalización del aprendizaje a lo largo de toda la vida laboral.
Con este nuevo sistema, toda la formación pasa a ser acumulable y acreditable, desde las microformaciones hasta los Cursos de Especialización. Es decir, la nueva Ley de FP permite ascender por un continuo de formación y obtener acreditaciones y titulaciones de mayor nivel de forma sucesiva.
Una Formación Profesional de carácter dual
La nueva legislación establece que todos los estudiantes que alcancen un certificado o título de Grado C y D pasarán por la empresa durante su formación. De esta forma, la nueva FP combina la formación teórica en el centro educativo con una experiencia práctica en empresas o entornos laborales relevantes.
Concretamente, existen dos tipos de FP Dual, los cuales dependen de la duración del periodo en empresa, el porcentaje de resultados de aprendizaje asumidos por la empresa y la relación, contractual o no, con la empresa.
Te puede interesar: José María González-Irún: “La FP Dual es sinónimo de éxito”
- Formación Profesional General: el periodo en empresa supone entre el 25 y 35% de la duración de la formación, hasta un 20% de resultados de aprendizaje en la empresa y no existe vinculación contractual.
- Formación Profesional Intensiva: el periodo en empresa supone más del 35% de la duración de la formación, más del 30% de resultados de aprendizaje en la empresa y con vinculación contractual.
En resumen, la nueva Ley de Formación Profesional busca implantar un sistema dual y adaptable que prepara a los estudiantes para el mercado laboral mediante una combinación equilibrada de teoría y práctica. Según el Gobierno, este enfoque integral tiene como objetivo impulsar la empleabilidad y la excelencia profesional en el país.